Política monetaria e inflación (I)


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Política monetaria e inflación (I)

Divulgación Banxico

Una mejor comprensión pública respecto de qué es y qué hace la banca central en nuestro país se traduce en un mayor bienestar para las personas puesto que se encuentran en posibilidad de tomar mejores decisiones económicas y mejorar sus niveles de vida.

El Banco de México considera que es de suma importancia mejorar la comprensión pública de qué es y qué hace la banca central en nuestro país, en particular respecto de sus acciones encaminadas a mantener la estabilidad de precios, procurar el sano desarrollo del sistema financiero, garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de pago y proveer un medio de intercambio seguro y confiable para que las personas puedan realizar sus transacciones económicas.

En este sentido, esta serie de artículos –basados en el antiguo portal de Divulgación– tiene el propósito de explicar con detalle tales acciones y su importancia para la economía en su conjunto. Una mejor comprensión de estas materias se traduce en un mayor bienestar para los individuos puesto que se encuentran en posibilidad de tomar mejores decisiones económicas y mejorar sus niveles de vida.

Podemos comenzar la serie tomando como punto de partida el objetivo prioritario del Banco de México establecido en la Constitución (Art. 28): procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, es decir, mantener la estabilidad de los precios. Para ello es necesario combatir la inflación, que de primera instancia podemos definir como el aumento constante y generalizado de los precios.

Dicho fenómeno –la inflación– tiene varias implicaciones negativas para la economía. Cuando los precios aumentan constantemente, (1) resulta difícil para las familias saber cuánto dinero requieren para adquirir los bienes que necesitan, o si el valor de su dinero es el mismo para comprar lo que acostumbran; (2) las empresas no pueden hacer una estrategia de negocios al desconocer el monto en el que se incrementarán sus insumos, además se ven forzadas a realizar frecuentes cambios de precios, lo que les genera costos; (3) en las negociaciones salariales, los trabajadores prácticamente tienen que adivinar cuánto subirán los precios durante el año entrante para hacer sus peticiones y lo más probable es que decidan cubrirse contra la inflación esperada pidiendo aumentos cada vez mayores, avivando la espiral inflacionaria[1]; (4) los inversionistas no pueden determinar razonablemente los niveles de tasas de interés ni los rendimientos de sus inversiones, por lo que podrían postergarlas o cancelarlas.

Así, una variabilidad alta en los precios provoca severas distorsiones e ineficiencia en la asignación de los recursos, lo que a su vez se traduce invariablemente en una menor actividad económica, pérdida de competitividad y empobrecimiento.

En otras palabras, con aumentos generalizados y constantes de precios, la planeación económica resulta difícil e incierta, lo que inhibe las inversiones productivas y el empleo, limita la formación de patrimonios y el ahorro, e impide la construcción de obras de infraestructura que requieren de un plazo largo para su realización. Desafortunadamente, varios países (entre ellos México) han padecido periodos de inestabilidad de precios, con las consecuencias adversas que este fenómeno tiene asociadas. La experiencia ha demostrado que para obtener mayores niveles de inversión, empleo y crecimiento económico, así como mejores niveles de vida, es necesario contar con un entorno de estabilidad de precios que permita la planeación económica y la óptima asignación de los recursos. Precisamente por ello es que el objetivo prioritario del Banco de México es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, tarea que se logra con la estabilidad de precios.

Ahora sí, con mayor precisión: se entiende por inflación el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo. El aumento de un solo bien o servicio no se considera como inflación. Si todos los precios de la economía aumentan sólo una vez tampoco eso es inflación.

Ejemplo: Supóngase una economía donde cada semana el precio de todos los productos sube 5 pesos y una persona quiere ahorrar para comprar un teléfono celular. Si el precio de éste aumenta 5 pesos semanalmente, cada semana que pasa necesitará más pesos para comprar el mismo celular. En este ejemplo, el precio sube de manera sostenida, es decir, cada semana, y generalizada ya que están aumentando los precios de todos los productos.

Desde luego, es imposible dar seguimiento a todos los precios de la economía, por lo que se selecciona una muestra o “canasta” de bienes y servicios representativos que consumen los hogares de una sociedad. Con base en dicha canasta y la importancia relativa de los elementos que la conforman, se calcula un indicador que representa a los precios de todos los productos y servicios de una economía. A este indicador se le conoce como “índice de precios”, cuya variación porcentual sirve para medir la inflación.

Además de que es imposible dar seguimiento a todos los precios de todos los bienes y servicios de la economía, también es imposible controlarlos directamente. Al conjunto de metas, acciones e instrumentos que define el banco central para tratar de influir en los precios y mantener su estabilidad se le conoce como política monetaria.

Continuará.


[1] A lo largo de la serie se irán definiendo éste y otros conceptos técnicos.

Bien explicado

Enviado por Ann en septiembre 22, 2022

Interesantes textos....espero sigan educando a la poblacion para entender mas de economia, y nos vaya mejor...saludos

Enviado por Adolfo Diaz en febrero 03, 2023